Desde la consultora Systep advierten que las bajas penalizaciones en caso de incumplimiento de los contratos de licitación, da lugar a un incentivo económico para el retraso de los proyectos.
Licitaciones: sólo 45% de la energía comprometida para 2016-2017 ha ingresado al sistema
Un llamado de alerta está realizando el mercado eléctrico con el objeto de asegurar que los contratos adjudicados tras los cambios regulatorios introducidos en 2014, se cumplan a cabalidad.
Y es que de acuerdo al análisis de la consultora Systep, un total de 1.031 MW en proyectos deberían haber ingresado al sistema entre 2016 y 2017, como resultado de las adjudicaciones realizadas en los concursos eléctricos para abastecer a los clientes regulados en los últimos tres años. Sin embargo, sólo se han sumado 467 MW a la fecha, de los cuales 70% lo ha hecho con retraso.
Parte de esta cifra se explica por el traspaso de iniciativas. Dentro de este lote están los proyectos Olmué y La Constitución, pertenecientes a SunEdison y SolarPack respectivamente, que fueron adjudicados en la licitación 2014, pero que finalmente no fueron concretados debido a la cesión de los contratos de suministro a empresas existentes.
También hay una fracción que no ha concretado sus proyectos por problemas en la construcción de los mismos. Este es el caso de la termoeléctrica El Campesino que no ha logrado destrabar los permisos de la iniciativa -que debería comenzar a inyectar a principios de 2019-, por lo que firmó un contrato de abastecimiento temporal con Enel.
Todo esto, se da en circunstancias en que desde el sector estiman que hay bajas penalizaciones en caso de incumplimiento de los contratos de licitación, lo que da lugar “a un posible incentivo económico para el retraso de los proyectos, en especial considerando las perspectivas de bajos costos marginales para los próximos años, los cuales se proveen inferiores que los precios resultantes de las licitaciones de 2014 y 2015”, indican.
En ese contexto, advierten que “el gran aspecto que se debe seguir monitoreando es la materialización efectiva de los nuevos proyectos de generación, de manera que el éxito de las licitaciones se traduzca en energía limpia y eficiente que desplace la generación más cara. En esta línea, debe tenerse especial cuidado de evitar que en procesos futuros participen especuladores o agentes con poca capacidad de llevar a cabo sus proyectos”.
Las tarifas
En el análisis, también destacan que si bien los precios obtenidos en los últimos cuatro procesos de licitación son significativamente más competitivos de los vistos de 2009 a 2013; estos no tendrán una incidencia en el corto plazo. En concreto, estima que los bajos precios de las últimas licitaciones permitirán disminuir la tarifa actual recién a partir del año 2028.
¿La razón? El desfase entre la adjudicación del contrato y el inicio de la inyección al sistema y la continuidad de contratos de alto precio adjudicados con anterioridad a 2014. “Considerando que existen otros componentes en la tarifa además de la energía, se espera un alza del 5% al 2024 en la tarifa final de suministro respecto al valor actual para un cliente típico, lo que incentivaría al traspaso de clientes regulados al segmento libre en los próximos años. De la misma forma, considerando que solo el 52% de la demanda de energía proyectada al 2028 ha sido contratada, se espera una reducción de 0,5% de la tarifa al 2028”, se proyecta.
Con todo, si bien desde la consultora apuntan a que en general los cambios regulatorios y acciones aplicadas por la autoridad desde finales de 2014 han sido favorables para el mercado eléctrico; sí debe revisarse la proyección de demanda para reducir la sobrecontratación.