El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las generadoras eléctricas para no levantar nuevas unidades a carbón pone en el foco el peso que tiene este combustible en la matriz eléctrica. Aún con la dura competencia de las renovables y el gas, en 2017 el carbón representó casi el 40% de toda la producción de energía en el país.
¿Está Chile en condiciones de prescindir del carbón?
El lunes, en un hecho inédito, las generadoras eléctricas y el Gobierno firmaron un acuerdo con el que se comprometieron a no construir nuevas centrales a carbón en el país, para privilegiar el crecimiento de otras fuentes energéticas como el gas natural y las renovables. La decisión generó inmediato debate entre expertos y académicos energéticos, pues este combustible, pese a ir ya en retirada en lo que a nuevos proyectos se refiere, sigue siendo la principal fuente de electricidad del país.
A modo de ejemplo, en diciembre este energético representó el 25% de la producción de electricidad en la zona central, mientras que en el norte se empinó a 74%. El bajo costo de combustible, sumado al elevado factor de planta -es decir, puede estar permanentemente generando, sin depender de factores externos- explican su peso en la red.
Entonces, ¿puede Chile en estas condiciones prescindir del carbón? “El carbón es la fuente más utilizada de energía eléctrica y no solo en Chile. El 40% de la energía del mundo se genera con carbón. Claro, todo el mundo está preocupado de preservar el medio ambiente, pero hoy Chile tiene normas de emisión súper estrictas, tanto como las de la Unión Europea”, comenta la ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía (CNE) y gerente general de la consultora Energética, María Isabel González.
A su juicio, en su camino al desarrollo, Chile necesita ser competitivo con su industria, por lo que debe dejar, tal como establece el sistema marginalista de precios -en el que las centrales entran desde la más barata a la más cara- que se desarrollen las tecnologías más económicas.
El director de Systep y académico de la Universidad Católica, Hugh Rudnick, discrepa de esta visión, asegurando que la medida es de largo plazo y que a futuro otras tecnologías, principalmente renovables, serán más económicas.
“Al año 2050, se espera que un 75 o 80% de la electricidad en Chile provenga de fuentes hidráulicas, eólicas y solares. Entonces, en la práctica las centrales a carbón van a terminar su vida útil y no se va a producir mayor efecto en el mercado”, explica Rudnick.
Para el director de empresas y consultor, Juan Carlos Olmedo, mientras más avance la generación renovable, más tiempo van a pasar apagadas las centrales a carbón, por lo que su cierre pasa a explicarse, pensando en el futuro, también por un tema económico. “Hoy, el sistema tiene alrededor de 500 MW en plantas muy antiguas y probablemente eso va a ser lo primero que de aquí a 2030 salga de servicio, adelanta Olmedo.
Para el vicepresidente ejecutivo de Generadoras de Chile, Claudio Seebach, hay que tener claro para sentarse a analizar el tema el paso que está teniendo este energético, pero también sopesar que, hacia el futuro, la termoelectricidad va a ir cumpliendo un rol más de respaldo de las unidades ERNC, que por variables de mercado están siendo hoy las más competitivas.
“Por definición, el carbón es el combustible que más Co2 emite, aún cuando tengamos altas exigencias ambientales a nivel interno”, complementa Seebach.
Visión similar a la del ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, quien opina que esta medida se debe a la propia evolución del sistema. “Todos los escenarios conocidos por la gente, el gobierno y las proyecciones internacionales, indican que vamos a tener mucha más energía renovable. Hoy, la energía renovable nueva es más barato incluso que el carbón. Por tanto, el fin del carbón en Chile ya se inició porque quedó fuera de mercado”.
En obras
Actualmente, sólo hay una central a carbón en construcción: Infraestructura Energética Mejillones, de Engie Chile. Y si bien hay otra central con permisos, Santa María II (de Colbún, la empresa descartó su materialización. “La compañía había anunciado en junio del año pasado la decisión de no seguir adelante con el proyecto de construcción de la Segunda Unidad del Complejo Termoeléctrico Santa María, ratificando su compromiso de avanzar hacia una matriz energética más sustentable”, planteó el gerente general de la firma, Thomas Keller.
Jiménez: “No corresponde poner plazos”
Susana Jiménez, futura ministra de Energía, se reunió ayer con el actual titular de la cartera, Andrés Rebolledo, en el marco de la ronda de bilaterales de las próximas autoridades con sus antecesores.
En ese contexto, Jiménez se refirió al acuerdo alcanzado entre las generadoras y el Ministerio de Energía respecto a las centrales a carbón, asegurando que se trata de un trabajo que todavía hay que iniciar, pues se debe conformar una mesa técnica con la industria. Además, comentó que no es buena idea ponerse plazos.
“Yo creo que no corresponde, porque justamente hay que, responsablemente, ver qué es lo que conviene desde el punto de vista de la seguridad, flexibilidad y de los precios de la energía”, dijo la futura secretaria de Estado.
“Mi intención es juntarme con todos los actores, conversar y estudiar todos los temas en profundidad para poder llevar a cabo la agenda del Presidente Piñera”, indicó Jiménez, quien adelantó que “ya estamos trabajando en interiorizarnos de los temas para llegar muy preparados al 11 de marzo”.