Si se cumplen los pronósticos de los expertos, este fenómeno se prevé al menos hasta 2024. Actualmente, la capacidad instalada es casi el doble de la demanda máxima nacional.
Energía contratada en licitaciones previas excedería demanda en cerca de 30% al 2019
La demanda de energía está directamente asociada con el crecimiento económico del país, y las proyecciones no son auspiciosas. Por eso es que hoy algunos actores en el mercado adviertan que existe una sobrecapacidad en el sistema.
Algo de esto se vio en las últimas licitaciones de suministro eléctrico adjudicadas en agosto, donde se ofertó siete veces más del suministro subastado, una cifra inédita. Lo anterior, pese a que en julio se ajustó la oferta en 1.200 GWh, pasando de 13.750 GWh a 12.550 GWh.
Las proyecciones se han ido corrigiendo a la baja
De acuerdo con las proyecciones de la empresa Systep, en el segmento de los clientes regulados (principalmente residenciales), la energía contratada en las subastas de los últimos años excederá la demanda en cerca de un 30% al 2019, aunque esto incluyendo una componente variable del 10%, según especifica el gerente general de esta firma, Rodrigo Jiménez.
El ejecutivo explica que si bien es normal mantener una contratación por sobre la demanda esperada, esta sobrecontratación se debe a que las proyecciones que se consideraron al momento de realizar las licitaciones se han ido corrigiendo fuertemente a la baja. Agrega que esta condición no debería mantenerse en el largo plazo si la Comisión Nacional de Energía (CNE) considera el menor crecimiento de la demanda en la cantidad de energía a licitar en los futuros procesos.
“Efectivamente, la demanda eléctrica no ha crecido a los ritmos esperados. Si hace tres años se esperaba un crecimiento superior al 5%, hoy se estima que será inferior al 4% en los próximos 5 años, para clientes libres y regulados. En 2015, la demanda en el SIC creció al 1,2% y este año lo ha hecho al 2,3%”, advierte el gerente general de Systep, Rodrigo Jiménez.
Ramón Galaz, director de Valgesta, asegura que hoy el margen de reserva del sistema -entendido como la diferencia entre la capacidad instalada y la demanda máxima- está por sobre el 100%, considerando tanto el SIC como el SING. “Aunque no toda ella corresponde a capacidad a firme, esto se traduce en que hoy no se requiere de nueva capacidad, además de la ya existente y la que está en construcción o prevista para ello. Esto se mantendría según nuestras estimaciones hasta el año 2024 al menos, asumiendo que todos los proyectos se concretan y que hay una tasa de crecimiento promedio de la demanda entre 3,5% y 4% al año”, explica Ramón Galaz.
El ejecutivo comenta que en la licitación 2013-03 se adjudicaron 12.000 GWh que deben ser abastecidos en gran parte con proyectos nuevos, mientras en la de 2015-02 se adjudicaron 1.200 GWh que también deberán sustentarse con plantas nuevas, y en la última licitación de este año cerca de 6.500 GWh del total licitado deberá ser abastecido por proyectos nuevos.
Últimas licitaciones se adjudicaron a US$ 47,5 por MWh promedio
Francisco Aguirre Leo, director ejecutivo de Electroconsultores, recalca que hoy en el sistema se está “sobreinstalando potencia”, y la capacidad instalada es casi el doble de la demanda máxima nacional. Sin embargo, señala que ya no se debe hablar de capacidad instalada versus demanda máxima (lo que significa potencia), sino del consumo a satisfacer -entendido como energía anual o mensual en MWh o GWh- versus la oferta de energía generable. “Este balance de energía requerida versus la ofrecida es el que expresa mejor la sobreoferta”, asegura.
Lo anterior porque no es lo mismo hablar de una central de carbón de 100 MW, que de una eólica o solar de la misma cantidad de MW, porque estas últimas pueden producir un tercio menos de energía, que es lo realmente útil, explica.
De hecho, añade que confundir energía y potencia es común y un gran error. Las últimas licitaciones, por ejemplo, se adjudicaron a un precio promedio de US$ 47,5 por MWh, pero no significa que esa baja ocurra de forma directa en las cuentas de luz, porque solo corresponde al componente energía que equivale al 70% de las cuentas, pero también hay otros aspectos, como la transmisión y potencia, entre otros. El exceso de potencia actual en el sistema podría provocar sobreinversiones, y esos costos luego serían probablemente traspasados a las tarifas, y eso sumado a los avances en transmisión -que también deberán pagar en parte los consumidores- tendrán como consecuencia que no se verán bajas tan considerables.