El Ministerio de Energía inició un trabajo con la Universidad Católica para modificar la regulación al sistema de distribución eléctrica. Este se enfocará en tres puntos: eficiencia energética, remuneración y redes inteligentes.
Gobierno inicia estudio y se da 18 meses para reformar negocio de distribución eléctrica
Un renovado marco regulatorio se aproxima para el mercado de la distribución eléctrica.
El gobierno ha encargado a expertos diseñar un anteproyecto de ley en 18 meses para actualizar la normativa del negocio de la distribución. El impulso se da tras la aprobación de la ley que modifica el mercado de la transmisión y crea un nuevo organismo coordinador -promulgada este lunes-, y afectaría al mercado en el que operan empresas como Chilectra, CGE y Chilquinta, entre otros.
En definitiva, el Ministerio de Energía y la Comisión Nacional de Energía (CNE) optaron por implementar un modelo similar al adoptado para la realización del anteproyecto de transmisión, el que busca ser “abierto y participativo”. Este consiste en una comisión en la que participaban los organismos estatales, dirigido por la Universidad Católica de Chile, y conducido por los expertos Hugh Rudnick y David Watts.
Según la petición del Gobierno, en 18 meses los expertos deberán diseñar un anteproyecto de ley que incluya tres pilares para reformar el mercado de la distribución, ellos son: cambios al sistema de tarificación, incorporación de mecanismos de eficiencia energética y la inclusión de mecanismos para promover las smart grids o redes inteligentes.
“Este mes de julio echaremos a andar, en alianza con la Universidad Católica, un proceso de discusión para modificar la regulación al sistema de distribución eléctrica (…) Estamos confiados en que seguiremos trabajando de la misma manera, con este mismo espíritu de colaboración en conjunto con el sector privado, la academia, y los organismos internacionales, lo que nos permitirá incorporar estos elementos para que entreguemos a chilenas y chilenos una energía confiable, sustentable, inclusiva y a precios razonables”, dijo el secretario ejecutivo de la CNE, Andrés Romero, durante su discurso inaugural el Seminario Internacional “Las Perspectivas del sector energético chileno en el corto, mediano y largo plazo” organizado por la World Energy Council (WEC).
Dicho mandato buscaría reformar más puntos de los que el Gobierno inicialmente había informado, ya que en la Agenda de Energía 2014-2018 solo incluía una Ley de Eficiencia Energética, la que se esperaba que fuera ingresada al Congreso en el último trimestre de 2015.
“Esto estaría dentro de un marco más amplio que sería mirar toda la distribución, sus aspectos técnicos, regulatorios y económicos, para incluir un nuevo marco que incluya aspectos tarifarios, aspectos de desarrollo tecnológico, expansión y eficiencia energética”, explicó el académico y director de la consultora Systep, Hugh Rudnick.
El interés detrás de este proceso sería “modernizar” dicho segmento, el cual no se ha abordado desde 1982, cuando se dictó el DFL1, texto predecesor de la actual Ley General de Servicios Eléctricos.
“Estamos hablando de una norma que lleva 34 años sin revisar y que ya ha mostrado bastantes aspectos que debemos mejorar. Es el momento de pensar la distribución del futuro, la que deberá enfrentar un mercado más dinámico, con generación residencial intensiva, autos eléctricos, casas inteligentes e intercambios no sólo de electricidad, sino de información asociada a ésta en beneficio de todos”, indicó Romero al ser consultado por PULSO.
Los Pilares. En concreto, el futuro proyecto de ley busca modificar el sistema tarifario, el cual ha sido criticado por las partes por ser “arbitrario”, al promediar el estudio de Valor Agregado de Distribución realizado por la autoridad con el que realizan las empresas.
“Vemos que el sistema de tarificación vía Áreas Típicas de Distribución y Empresa Modelo se quedó atrás en cuanto a los estándares de objetividad y transparencia que hoy existen en la Transmisión a través de la inclusión del Panel de Expertos hace ya 12 años”, dijo el secretario ejecutivo de la CNE.
Adicionalmente, el proyecto busca repensar la distribución para servir no sólo a los consumidores, sino al “consumidor productor”, a través de una red dinámica e inteligente que integre tanto el consumo y generación tradicional como su versión distribuida, vehículos eléctricos y el internet de las cosas.
Por último, el proyecto incluiría una gestión más eficiente de los recursos disponibles, integrando a las personas en la toma de decisiones. “Estamos hablando de eficiencia energética para usuarios eficientes, generación distribuida para consumidores dinámicos y móviles, y redes inteligentes para usuarios inteligentes”, explica.