Expertos descartan problemas de libre competencia por las características de la industria, no obstante, encienden las alertas ante la discusión de la ley de portabilidad.
Por Tomás Vergara P.
Fuente: El Mercurio – 17 de noviembre de 2020
Luego del anuncio de las venta de la distribuidora CGE a la estatal china State Grid surgieron dudas respecto de posibles dificultades que podría enfrentar la operación valorada en unos US$3.000 millones.
Desde el punto de vista de la libre competencia, existe un importante antecedente que podría allanar el camino de la mega operación, la más relevante en lo que va del año. Este tiene que ver con la investigación realizada por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) tras la compra de los activos de Chilquinta por parte de la misma firma asiática.
En esa ocasión, la FNE avaló la operación, en un análisis en que el organismo persecutor concluyó que la compra no tenía la aptitud para reducir sustancialmente la competencia, debido a los escasos cambios “en la habilidad e incentivos que se generan producto de ella”, junto con las fuertes limitaciones impuestas por la regulación vigente en materia eléctrica.
En esta línea, el gerente general de Systep, Rodrigo Jiménez, adelanta que en el esquema regulatorio actual no hay riesgo regulatorio de libre competencia, ya que por definición las empresas distribuidoras son monopolios naturales con tarifas fijadas por la autoridad.
Donde sí repara el experto, en el contexto de la actual discusión sobre portabilidad eléctrica e integración de nuevos negocios. “Si avanza el proyecto de ley y se permite que las mismas empresas distribuidoras puedan participar de manera directa y sin restricciones en la comercialización de energía, claramente habrá grandes conglomerados con mayor poder de mercado que los potenciales nuevos actores. Lo mismo pasa con la potencial integración de nuevos negocios para clientes regulados, como almacenamiento y generación a nivel domiciliario”, advierte Jiménez.
En esto coincide el abogado de libre competencia del Estudio Lewin, Fernando Araya, quien apunta a que “la regulación tarifaria disciplina precios en segmentos de monopolio natural y donde no existen fallas regulatorias, pero en segmentos más abiertos (hoy a futuro) a la competencia, el análisis es más complejo y en detalle. Hay que pensar que se está discutiendo un proyecto de portabilidad eléctrica y con un mercado excesivamente concentrado en alguno de sus segmentos, esa portabilidad también se hace más ilusoria”, asegura.
El director ejecutivo de Ecom Energía, Sebastián Novoa, coincide con los demás expertos y apunta a que “se deben mantener las condiciones monopólicas, mientras se logre tener al dueño de la distribuidora lejos de los potenciales competitivos no hay problema”.