El director de Systep, Iván Rudnick, participó en el Primer Encuentro del Mercado Libre de Energía: «El costo de no elegir», un evento organizado por la Asociación de Comercializadoras de Energía (ACEN). La instancia reunió a diversos actores de la industria —desde grandes consumidores hasta gremios de PYMES— para debatir sobre el estado actual de la liberalización del mercado eléctrico en Chile y los desafíos de la migración desde el régimen regulado.

El panel de discusión, que contó con representantes de RedSalud, Femsa Salud, Chilealimentos, ACENOR y la Multigremial Nacional, dejó en claro que el mercado ha madurado: la conversación ya no gira exclusivamente en torno al ahorro tarifario, sino que se ha desplazado hacia la calidad de servicio y la gestión de riesgos.

La evolución de la propuesta de valor: Del ahorro a la gestión integral

Uno de los consensos más relevantes del panel fue el cambio en las motivaciones de los clientes. Si bien la reducción de costos sigue siendo el gatillador inicial, la atención comercial y la sostenibilidad han ganado terreno.

Fabián Sepúlveda, subgerente de Abastecimiento Estratégico en RedSalud, compartió su experiencia tras ocho años en el mercado libre, destacando cómo ha cambiado el foco estratégico de la compañía: «La mirada ha cambiado en 8 años… pasó de ser solamente precio a todo el valor agregado que generan los comercializadores (…) El hecho de tener una respuesta, de poder acudir a alguien, para nosotros por lo menos es impagable».

Esta visión fue complementada por Jesús Gamboa, ingeniero Senior de Abastecimiento en FEMSA, quien enfatizó la importancia de la relación con el suministrador más allá de la transacción económica: «El ‘check’ uno de costo estamos bien y consensuados todos, pero el ‘check’ de experiencias con el generador oficial es un valor agregado. Y eso es el diferenciador de lo que actualmente como cliente regulado uno tiene».

Derribando el mito de la calidad de suministro

Una de las barreras de entrada más persistentes para nuevos clientes libres es el temor a que el cambio de régimen contractual afecte la continuidad operacional física. El panel fue enfático en aclarar la separación entre la gestión comercial y la infraestructura física.

Javier Bustos, director ejecutivo de ACENOR, aportó la visión técnica y regulatoria necesaria para desmitificar este punto: «El problema de calidad de servicio es un problema seas cliente libre elegible o no… el pasar de regulado a libre no afecta los problemas que puedo tener en calidad de suministro (…) Pero a lo menos, cuando tengo un comercializador, puedo estar mejor informado».

En la misma línea, Michel De L’Herbe , asesor del Comité Energético de Chilealimentos reforzó que el cambio es contractual y no físico, permitiendo además una mayor transparencia en los datos: «Desde el punto de vista físico o técnico no hay un gran cambio. Este es principalmente un acuerdo comercial con una comercializadora que nos permite reducir los costos».

La brecha de información en el segmento PYME

A pesar de los avances, la asimetría de información sigue siendo un obstáculo, especialmente para empresas de menor tamaño que podrían optar al régimen libre pero desconocen sus beneficios o requisitos.

Sofía Jottar, representante de la Multigremial Nacional de Emprendedores, hizo un llamado a mejorar la legislación y la disponibilidad de datos para no evaluar al mercado basándose en promedios que ocultan realidades diversas: «El tratar de mirar esto como promedios yo creo que es un error fundamental… Tenemos un problema de legislación, tenemos un problema de información y tenemos un problema, yo diría, de tratar de uniformar y mirar del lado de la oferta y no del lado de la demanda».

El encuentro organizado por ACEN evidenció que la liberalización del mercado eléctrico en Chile no es un evento aislado, sino un proceso continuo de maduración.

La principal conclusión para los clientes —actuales y potenciales— es que el mercado libre ha dejado de ser una simple estrategia de reducción de tarifas para convertirse en una herramienta de gestión energética integral. Los comercializadores, tanto puros como generadores tradicionales, están siendo desafiados a ofrecer servicios de valor agregado, como certificación de energía renovable, monitoreo en línea y una atención al cliente superior a la del régimen regulado.

Para el desarrollo futuro del sector, el desafío radica en cerrar la brecha de información y adaptar la regulación para que los beneficios de la competencia lleguen efectivamente a todos los segmentos de la demanda, permitiendo que más usuarios tomen el control de su suministro energético.